Es mi primer semana (un poco más, tal vez, he decidido no pensar tanto en el tiempo) en España.
Creo que traigo más libretas que chamarras en la maleta porque dicen que es bueno registrar datos importantes cuando viajas, pero cada vez que me dispongo a escribir en me quedo en blanco, nada.
Nunca me ha gustado tanto escribir, no me gusta escribir para mí, como que no le veo el caso, es más bonito contar algo.
Así que cambié las libretas por entraditas a mi blog. No sé cuántas vaya a escribir, aún no tengo una rutina tal cual y tal vez ése sea justo el plan…Tengo una semana en España y todo ha sido muy abrumador. Diez meses es un lapso de tiempo muy extraño. Por momentos siento que no son suficientes y de pronto me parecen una eternidad, pero es justo lo que me ha hecho, al menos hasta hoy sentirme viva cada segundo, con emociones extremas y deliciosas, alerta, consciente, ansiosa…feliz. Mis horarios de sueño son una locura, duermo tarde y despierto más tarde, estoy aprendiendo a cocinar, soy oficialmente una peatona y espero seguir así durante algún tiempo hasta que mis piernitas se acostumbren a las subidas de mi barrio. Madrid es bella, estos días han sido de exploración y reconocimiento de las zonas y en todas he encontrado algo emocionante y bonito.
Me ha recibido como si me hubiera estado esperando, o al menos eso me gusta pensar, me hace sentir en casa.
