Creo que ni en mis sueños más locos hubiera pensado que este año daría un taller, toda esta aventura me sigue sorprendiendo y me encanta ver que algunas de las cosas que parecen complicadas y lejanas, en realidad están más cerca de lo que uno cree.
Así que éstos dos últimos fines de semana, tuve el placer de compartir un poquito de lo que he aprendido con chicas talentosas y creativas y en un ambiente súper agusto con platiquita, galletas y té. Aprendieron las puntadas básicas y experimentaron con ellas aplicándolas en la ilustración, algunas en papel, otras en tela, conociendo las bondades de mi amado bordado.
¡Aquí algunas fotitos!
