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India increíble. Parte I

Posted by on Ene 5, 2018 in Inspirador, Vida Florula | 0 comments


 

Ya me andaba por sentarme con calmita, acomodar mis ideas y algunas fotos para poder compartirles un poco de mi experiencia asiática. Podría ponerme muy romántica y hablar de espiritualidad y encontrarme a mí misma, pero la verdad este fue un viaje de reencuentros, de soltar miedos y abrirme a una cultura totalmente diferente, a salir de lo conocido y probar cosas nuevas en el paladar y en la actitud hacia las circunstancias adversas o fuera de mi control.

Fue un viaje de lo más divertido, eso sí, en el que aunque me sentía lejos de casa, estaba cerca de mi familia del mundo, todos hambrientos de ver y de reconocernos después de dos años y sobre todo de compartir una experiencia más, una experiencia que solo puedo llamar surrealista…

Ok, dije que no me pondría romántica y ahí me tienen. La cosa es que este post va más para contarles todo lo que viví y lo que pueda servirles si algún día viajan a esas tierras lejanas. Está en dos partes porque TOO MUCH, pero trataré de ser breve y amena para que este post sea una referencia para todas aquellas almas viajeras.

Delhi

 

Antes de cualquier cosa, deben saber que toda nuestra visita por el norte de India estuvo a cargo de una agencia de Tours. Esto lo recomiendo ampliamente si tienes poco tiempo. Vamos, que no quieres perderlo revisando trenes o buscando sitios en un mapa. Lo ideal es que esté todo lo más programado posible, o al menos eso me funciona en mi cabeza TOC. La desventaja: todo resulta muy «turístico», el trato, los sitios para comer…y la cosa es que en India no conviene tanto que te traten como «turista» y la razón se las diré más adelante.

 

 

Regresando a Delhi. La contaminación es impactante, (pasé los primeros dos días con dolor de cabeza) esto se debe a la cantidad de gente y de autos, lo que me lleva al siguiente punto: el tráfico. Que para mi, más que molestarme me parecía todo un espectáculo. Impresiona la sincronización entre los autos que parece que no conocen el concepto de «direccionales» y todo funciona a puro pitazo. Ahí van tuk- tuks, autobuses, autos, vacas (sí, vacas) y motos unos metiéndoseles a otros con una percepción del espacio impecable. Saldo de choques vistos en mis tres días en Delhi: cero.

Mi parte favorita fue visitar Old Delhi, algo así como el centro de la ciudad y subirme a un rikshaw. Las calles son tan estrechas que con trabajos caben dos de éstos y van a toda la velocidad que le dan las piernas. Al rededor, puedes ver tiendas de todo; saris, ropa, papelería, fruta, comida y…monos. Sí, familias de monos saltando de techo en techo y por los cables de luz, sin duda de los paseos más locos que además terminó en el mercado de especias más grande de Asia para cerrar con broche de oro entre hierbas, semillas y té.

 

Agra

Por su puesto, la parada obligada, el pueblito que alberga el Taj Mahal. De la ciudad no puedo decirles mucho pero puedo decirles que estar parada frente a una de las maravillas del mundo antiguo fue increíble.

La pulcritud y simetría de esta tumba son alucinantes, dignos de la historia de amor que la rodea. El edificio iluminado con el atardecer perfecto son de esas imágenes que no te crees que estás presenciando en vivo. Esa foto mental ya no se me quita nunca.

 

Jaipur

Mi fav del viaje. Tiene la magia de un pueblito y el plus de ser famoso por sus artesanías increíbles. Si quieres hacer compras de souvenirs, este es el sitio. Trajes típicos, pañuelos, bolsos y hasta juegos de cama, todo hecho a mano y con los colores más increíbles. Además, al tope de la montaña encuentras uno de los palacios más bonitos que visité. Rodeado de jardines, con salones de espejos, los decorados más espectaculares y…elefantes. Sí, los elefantes suben a los turistas al palacio, nosotros preferimos subir en jeep (no soy muy fan de las atracciones con animales) pero pudimos verlos en su esplendor caminando por la explanada, cerca, cerquita, con toda su majestuosidad aunque siguiendo órdenes. Ya son los últimos años de esta atracción, ya veremos qué les depara el destino a estos increíbles animales.

Cerca de Jaipur está Bagru, un pueblo muuy pobre en el que cerdos y vacas andan por la calle buscando alimento entre la basura. El 100% de las casas en ese pueblo son talleres de estampación, teñido o carvado de sellos. Aquí es donde la magia ocurre y donde tuve el privilegio de experimentar con la estampación manual de mano de los expertos.

 

Primero conocimos la técnica para teñir con índigo y los procesos para obtener las diferentes tintas. Visitamos a los carvadores de sellos y al final una fábrica en donde estampé con mis propias manos. Otra vez, estampé un pañuelo con mis propias manos…en India :O

 

 

 

Y para terminar esta primera parte tengo dos apartados:

Tips, tips, tips

Si pensábamos que México era país propinero, India nos la mata por mucho. Y es que siendo un país pobre, es fácil entender que vean en el turismo una forma de sacar dinerito extra, la cosa es que uno pierde perspectiva de cuánto hay que dar, más cuando incluso algunas personas ponen una cantidad base y se ofenden si les das menos, mientras que otros, sin contar los billetes, agradecen la propina y se van.

La recomendación para los guías de turistas siempre es dar entre 500 u 800 rs dependiendo de la cantidad de gente que vaya en el tour, incluso mi amiga Meghna (de India, ella) dijo que jamás le ponían un mínimo y ella pagaba entre 30 y 50 rs cualquier tipo de servicio. Pero algunos guías te piden como mínimo 1,500 rs. Así que al final queda un poco a criterio de cada bien, arriesgándote a que te pidan más y más. Lo recomendable es poner una cuota fija que te parezca justa a tí o a tu grupo y apegarse a ella.

 

La comida

Sí, la comida es un tema, yo en una paranoia intensa me vacuné contra tooodo (excepto malaria que ya me pareció excesivo) y es que mi estómago es la cosa más delicada de mi pequeño ser y he tenido problemas desde niña. Pero como les contaba, el trato «turista» tiene sus ventajas, comimos siempre en lugares confiables y puedo decir que me sorprendió la cantidad de sabores nuevos y el gusto que le agarré a esa comida condimentada.

Mis favoritos:

Palak paneer. Una especie de queso panela en una salsa de espinaca y especias.

Dosa. Ésta más bien la comí en el sur, en Bangalore (del que les contaré en la segunda parte) y es una especie de taco gigante hecho con un pan un poco más grueso que una crepa relleno de un guisado de papas con especias. De-li-cio-so

Naan. Es básicamente pan en forma de tortilla con el que acompañas tooodas las comidas, el simple es delicioso pero tienen variantes con queso o ajo que son un manjar.

Arroz. En tooodas sus presentaciones; solo, con verduras y hasta con frutas. ¡Este viaje me volvió adicta!

Saldo de diarreas o infecciones estomacales: cero.

Links útiles

Vedic Walks. Taller en Bagru

Jai texart. Para otros talleres

Zomato. Aplicación para buscar restaurantes

*Por cierto, si son adict@s a las IG stories y a compartir todo, todo lo que ven, vale totalmente la pena hacerse de una tarjeta SIM. Yo contraté Vodafone en el aeropuerto y pagué $200.00 por 28 días de internet, 1 GB al día y funcionaba hasta en las carreteras más recónditas. En servicio de internet, India se la mata a cualquiera.

Pues hasta aquí el reporte de mi paseo por el norte de India. Ya les contaré después mi paseo por el sur y mi experiencia en una boda en este país, mientras platíquenme, pregúntenme, coméntenme lo que quieran y ¡nos leemos pronto!

 

 

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«Chandler Mood»

Posted by on Abr 17, 2017 in Inspirador, Vida Florula | 0 comments

Vía www.hollywood.com Ilu: Florula

Ya sé por qué me engancho tanto con las series.

Sé que suena raro, pero creo que las situaciones y personajes ficticios son versiones mejoradas de gente y la vida real, son más complejos e interesantes y de pronto me cacho aprendiendo algo de ellos, supongo que le ponen un toque de fantasía a la realidad o hacen la fantasía más real…

Como sea, el punto es que hay un capítulo de Friends que explica este fenómeno. Daré por hecho que todos hemos visto Friends, la serie noventera más famosa de la existencia, pero si no, no importa.

Resulta que hay un capítulo en el que Chandler y Mónica se van a casar y a Chandler le da el típico «cold feet» antes de la boda, es decir, entra en pánico. Abrumadísimo por la sola idea de que su matrimonio fracase por traumas personales en los que no ahondaré, Chandler decide que no puede casarse.

Aquí entra nuestro amigo Ross, hermano de Mónica y quien aplica la técnica que he decidido llamar «Chandler Mood». Para llevarlo poco a poco al altar, le pide que empiece por hacer una tarea muy simple, nada abrumadora como es darse un baño. «¿eso no asusta, o si? Es solo un baño».

Después sigue con ponerse un smoking, ¿qué de aterrorizante tiene ponerse un simple traje? nada, un pasito más. Así se va de tarea en tarea hasta que llega la hora de caminar al altar, para ese momento, aunque aún tiene miedo, ya está listo, pero sin adelantarse a lo que venga solo hará lo que toca y así irá un pasito a la vez.

Esta simple situación de comedia, se ha convertido en mi filosofía de vida para lunes pesados o días abrumadores. Tareas cortas, simples ( o listas en mi Bullet Journal) que me vayan acercando al objetivo y me hagan sentir productiva, sin pausa pero sin prisa. Chandler style…¿Te va?

Porque #TodossomosChandler, cuéntame si lo pruebas <3

Florula.

 

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5 cosas que me ha enseñado el Yoga <3

Posted by on Abr 6, 2017 in Inspirador, Vida Florula | 0 comments

 

Tengo unos cuantos meses asistiendo a una clase de Yoga cerca del estudio. Al principio, debo aceptar que solo buscaba hacer un poco de ejercicio y tener una actividad que me evitara volver a casa a la hora del tráfico. Pero poco a poco mi clase se ha vuelto una especie de refugio, donde por una hora y media estoy solo conmigo, mi mente y mi cuerpo. Y como mi mente nunca para, me he puesto a pensar en cosas que este ejercicio me aporta y que puedo aplicar a mi vida diaria.

Así que hoy les comparto (para yoguis y no yoguis) sin pretenciones, cinco cosas que aprendí en el yoga y que pueden aplicar en tu día a día.

  1. Aprender a sentir y controlar la respiración. Siempre que estoy en una postura incómoda o medio dolorosa, me concentro en respirar normalmente, por la nariz siempre y a un ritmo tranquilo. Por alguna razón, mi mente detecta que no respiro agitadamente y también se calma.
  2. Concentrarme en el aquí y el ahora. Ésta es la que más trabajo me ha costado y aún tengo que practicarla porque siempre ando pensando en mil cosas. Pero estar concentrada en la postura de mi cuerpo, sus sensaciones y el siguiente movimiento me ayuda a despejar mi mente de cualquier otra idea, el tiempo pasa más rápido y le doy un descanso a mi cabeza.
  3. Aprender a respetar mi cuerpo. No hay sensación más bonita para mi que sentirme conectada con mi cuerpo. Observarlo, ver sus limitaciones y sorprenderme con sus alcances. Aceptar sus formas y dejarlo fluir sin forzarlo, es una manera también de aceptarte a tí, sin juzgarte ni compararte.
  4. ¡Sonreír! Parecerá cliché, pero una sonrisa de verdad puede hacer la diferencia en un momento de tensión. Cuando sonrío estando en alguna postura difícil, mi cara y mi mente se relajan y le exijo menos a mi cuerpo, disfrutando más el momento y quitándole incomodidad.
  5. Ser agradecida. Al final de cada clase, siempre dedico un minuto a agradecer por mi vida, por mi día, por mi cuerpo y mi mente que pueden lograr cosas. Agradecer siempre me ubica en un lado positivo que luego no tengo tan presente pero que me ayuda a observar la vida desde otra perspectiva.

Así que con yoga o sin yoga, espero que les sirvan estas reflexiones espiritualísticas y relajadoras como a mí y las apliquen en su día a día. Ahí platíquenme como les fue 🙂

¡Namasté, amigos!

Florula.

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«Bullet Journal» o el cuaderno que me mantiene cuerda…

Posted by on Mar 29, 2017 in Inspirador, Vida Florula | 0 comments

Siempre he sido una persona de agendas desde tiempos antaños. Supongo que todo surgio de la famosa «Libreta de tareas» que usé durante seis años en la primaria. Tengo una pésima memoria y una vez que tuve que hacerme responsable de mis deberes escolares, sustituí la libreta por una bonita agenda. Si, bonita, siempre tenía que ser bonita y es que uno no es conciente de la diferencia en el impacto que tiene anotar tus pendientes en cualquier hoja y cuando tienes un cuaderno especial y bellamente organizado, con sus fechas y espacios para notas.

He tenido montón de agendas, una por año al menos desde sabe cuándo. De diferentes formatos y marcas, pero cuando fue momento de hacer mi ritual de búsqueda para el 2017, no encontré nada, ninguna que me motivara a tenerla bien llenita y llevarla conmigo a todos lados, no sé, no hubo clic y fue ahí cuando descubrí a mi mejor amigo, mi compañero diario, mi motivador y mi jefe: El Bullet Journal.

El Bullet Journal es un sistema de organización creado por Ryder Carrol, pueden explorar a fondo el método haciendo clic aquí, pero a grandes rasgos consiste en que en un cuaderno cualquiera puedas llevar registro de tus pendientes, ideas, objetivos (diarios, mensuales, o anuales) y cualquier otra nota de tu día a día.

Sí, ya sé que suena a una agenda cualquiera, pero lo que me encanta de este sistema es su flexibilidad y que puedes crear los apartados que necesites de los temas que necesites (yo tengo hasta un apartado de mis declaraciones bimestrales, jo,jo) y no importa tanto el orden, ya que la clave para controlarlo es numerar tus páginas y crear un Índice que te ayude a encontrarlos más fácilmente.

Yo dividí la mía en tres áreas: Índice, temas random, planes mensuales/planes diarios.

Planes mensuales. Esta hoja me da una perspectiva de todo el mes y es en la que anoto los eventos y deadlines.

Planes diarios. En una hoja meto todos los días de la semana y hago una pequeña lista diaria. En la parte inferior de cada hoja, dejo un espacio por si necesito hacer notas sobre alguna tarea o evento en específico.

Éste sistema también se caracteriza por sus códigos, que son indicadores o signos que clasifican tus anotaciones. Puedes crear tus propios símbolos para los pendientes, los eventos, las tareas completadas, las canceladas, las notas random, las ideas nuevas, etc.

En las Notas Random o días especiales, también puedes pegar objetos, fotos, referencias o incluso recuerdos de eventos o viajes. Es como llevar contigo un álbum o un moodboard de inspiración.

Y por último te dejo algunas recomendaciones para que empieces con tu Bullet Journal:

*Házte de un cuaderno bonito. Muy bonito, vale la pena que te tomes el tiempo de buscarlo con calma, será tu compañero todo el año o tal vez más, así que será mejor que te emocione el solo verlo. Te sugiero un formato cómodo y transportable, pero que te permita explayarte si te gusta escribir en grandote como a mí.

*Plumones, marcadores y plumas chulas. Ya sea para crearte tus propios códigos de color, remarcar notas importantes o simplemente hacer apuntes bonitos. ¡Mis favoritos son los Stabilo!  Además me encanta ilustrar mis semanas con calcomanías, hacer dibujitos o jugar un poco con las letras.

Y ya con el equipo completo…

*Dedícale diez minutitos de tu día a hacer tus listas. Aunque creas que tienes todo en la cabeza, tengas pocos planes o quieras ir directo al grano y ponerte a trabajar, siéntate con calma y aterriza tus planes del día. Será la mejor forma de ver materializados tus objetivos y de forzarte a darle continuidad a tu cuaderno para que no acabe arrumbado al primer mes.

*Ordena tus prioridades para que no pierdas tiempo en tareas que al final pueden hacerse después y no olvides ir tachando tus logros diarios, justo el ir viendo mini metas cumplidas en tu lista es lo que te hace sentir más cerca del objetivo.

*No olvides enumerar tus páginas y anotar cada nuevo tema random en el Índice para que no pierdas el orden de tu cuaderno.

Y sobre todo, ¡hazlo tuyo! No tiene que ser perfecto, lo importante es que te motive y sobre todo que te identifiques con él.

¿Te animas?

Florula <3

 

 

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Guía Floruleana: Días chulos en L.A

Posted by on Mar 24, 2017 in Inspirador, Vida Florula | 0 comments

 

Nunca he sido muy fan del «turisteo». Si bien es cierto que que hay sitios imperdibles en cada lugar, me he dado cuenta que disfruto más los planes sencillitos, sin colas eternas de gente. Me gusta descubrir esos rinconcitos secretos que esconden comidas deliciosas, paisajes inesperados o arquitecturas interesantes que me dan toda una nueva experiencia viajera, además de ser muuy conveniente cuando tu presupuesto es más bien limitado.

Así que estos días en Los Angeles, con ayuda de mi mejor amiga, hice un itinerario para conocer la ciudad, disfrutarla y aprovecharla al máximo. Al final todo salió tan inesperadamente bonito, que tenía que compartirles esta guía Florulena por si planean ir pronto por allá y les laten los paseos más simples y tranquilos (ñoños) como a mi <3

 

Griffith Observatory

Este lugar es un must. El edificio de por sí es chulísimo y el museo vale mucho la pena; abarca temas de astronomía, geografía, fenómenos naturales y meteorológicos explicados de una manera muy didáctica y lo mejor es que es ¡totalmente gratis!

 

Los senderos del Griffith Park

Las panorámicas de la ciudad desde este punto son impresionantes y está rodeado por montañas con senderos para hacer hicking con vistas aún más espectaculares. Desde aquí ya puedes ver el letrero de Hollywood, pero si quieres una foto más de cerca y traes auto, Lake Hollywood Park es el mejor lugar.

Lake Hollywood Park

 

Melrose Ave

Es una Avenida que vale la pena visitar por sus tienditas de ropa que van desde lo vintage a lo estravagante. En la caminata seguro te sorprenderán sus murales o algun cafesito coqueto.

Si te animas a seguir caminando, cerca de ahí a unas cuantas cuadras está The Grove que es una plaza muy bonita al aire libre con montón de tiendas chulas  (Antropologie entre ellas <3) por si lo tuyo es el shopping más intenso. Ya estando ahí, tienes que parar a comer en Farmers Market, un mercado de comida con mucho encanto en el que también encuentras fruta, pan y dulces a granel. Pero para la hora del postre, vale la pena caminar a Beverly blvd. y probar el delicioso helado de Red velvet de MILK, o una de sus increíbles malteadas, galletas o ¡pasteles!

 

Downtown

Edificio Bradbury

 

El centro de la ciudad es realmente graaaande. Al igual que el de la CDMX, se divide en zonas o distritos y las cuadras son muy largas así que solo elegí algunos puntos:

 

Arts District

Es una zona muy cool en donde puedes encontrar paredes con pintas, cafesitos y estudios de artistas. Para comer, un sitio delicioso y muy bonito es Urth Caffe, es vegetariano y sus ensaladas son buenísimas. Para compritas chulas, visita Poketo, que seguro algo se te pegará.

 

 

The Broad

Sin duda de los mejores museos de Arte Contemporáneo. No es muy grande pero vale la pena y también es ¡gratis! Solo asegúrate de reservar antes para no hacer una fila eterna.

 

 

 

The last bookstore

Es una librería de lo máaaas bonita y encuentras practicamente de todo. El piso de arriba es una chulada con laberinto de libros, tienditas y galerías. Y la sección de libros «raros» no se te puede pasar.

Si te da la hora de la comida, cerca puedes encontrar el Grand Central Market con muchísimas y deliciosas opciones para comer y una onda de Mercadito mexicano versión cool.

 

 

 

China Town

Un poquito alejado del centro se encuentra el barrio chino. El paisaje cambia completamente para dar lugar a negocios pequeños como fruterías y tienditas orientales. Si sigues caminando, te toparás con un pequeño conjunto de pagodas de colores pastel que rompen con el paisaje angelino y vale la pena fotografiar.

 

Laguna Beach

Hay montón de playas cerca de Los Angeles, así que en este caso hay que elegir depende lo que se antoje. Laguna está aproximadamente a una hora y cuarto de la ciudad y alrededor de la playa hay muchos negocios y restaurantes, lo que la hace muy paseable. Eso sí, el agua del mar es he-la-da y el clima no se le acerca al de las playas mexicanas, pero tiene toda la onda de playa americana, con torres de salvavidas, faros y gente jugando volley.

 

Santa Mónica

Sin duda mi favorito de todo el viaje. Tiene metros y metros de playa, un muelle con un parque de diversiones y una pista para patinar que me recordó lo mucho que me gustaba hacerlo. La pista que también es de bici, llega hasta Venice Beach con un ambiente más exótico y fiestero, si llegas hasta allá no olvides buscar la zona de «casas flotantes» un sitio muy tranquilo con canales en lugar de calles. De vuelta a Santa Mónica también encuentras andadores con muchos restaurantes y tiendas. Para el postre, busca el Café Crêpe y pide una crepa de Nutella con Banana, de nada.

 

Echo Park

Un sitio perfecto para hacer un picnic. Cerca de ahí está la zona de Silver Lake, con sus casitas chulas y donde puedes caminar por Sunset Blvd. una calle con cafesitos y tiendas.

 

Hollywood

Parada obligada para caminar por el Paseo de la Fama, el Teatro Chino y ver alguna película en El Capitán,  que es un teatro antiguo comprado por Disney que ahora proyecta ahí todas sus películas con un pequeño show previo a la función. Yo tuve la suerte de ver Bella y Bestia en una función especial y ¡fue una pasada! El sonido, la decoración del teatro y una exposición con vestuarios y props de la película fueron una gran experiencia.

 

 

The Getty

Es un museo para mi gusto, imperdible. Además de su colección de artes decorativas, pinturas y esculturas, sus jardines son impresionantes y la panorámica de la ciudad es espectacular. Y otra vez, la entrada es gratuita. Eso sí, el estacionamiento cuesta 15 dls. así que no se confíen…

 

Por si todo esto fuera poco, les dejo una sección extra de recomendaciones.

Para desayuno o brunch: Olive & Thyme. El pan es delicioso y tienen una leche de vainilla buenísima.

Comida o cena: Kabuki. ¡El Vegas Roll es riquísimo!

Para hamburguesas: Umami. La carne se deshace en la boca <3

Y ¡Postres!: Todavia sueño con el Butter Cake de California Pizza Kitchen y los helados veganos de Yoga-urt

Olive & Thyme

 

Umami Burger

 

*Y como súper pilón, dense una vuelta por el Craft & Folks Art Museum, es pequeñito pero el edificio es muy bonito y vale la pena echarle ojo a sus exposiciones temporales. La tienda es una gozada <3*

 

 

 

Y esto es solo una parte de esta enooorme ciudad. Me quedo enamorada y con ganas de volver pronto para la Guía Floruleana Parte II. Si van de paseo, no dejen de comentarme y compartirme sus sitios secretos Lalalandescos… <3

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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