Moría de ganas por compartirles este proyecto que me pidieron algunas semanas atrás. Cuando llegó el correo de Ángel, tan ordenadito y con una idea tan clara e interesante, no me pude negar.
La idea era hacer un Rabino sosteniendo una oreja de Amán; un dulce tradicional judío hecho de una masita rellena de amapola y miel o mermelada y del que jamás había escuchado hablar, pero eso es justo lo interesante de estos proyectos; conocer culturas, formas, religiones y ¡hasta postrecitos nuevos!
Fue un trabajo detallado, que requirió de muchas aplicaciones y bordado pero el resultado valió mucho la pena. n___n
Y pues nada, aquí están las fotos de como quedó. ¿Qué les pareció? ¡Déjenme sus comentarios!
¡Quedó muy padre!