Desde que llegué a España supe que ésta era una parada obligada del Florula tour.
Entre más viajo más hambre me da de verlo todo, es una sensación rara de libertad, como si pudieras llegar a cualquier parte y el mundo fuera pequeñito. Por ahora me quedo con este pedacito de África que me ofreció colores, sabores y paisajes nuevos, montón de risas y momentitos de pura felicidad.
¡Shukran, Marruecos!