Estos últimos meses he estado un poco más involucrada en la ilustración textil. Creo que es algo que siempre quise hacer. Las texturas, colores y acabados que se consiguen con el hilo y la tela me parecen de lo más deliciosos.
Para cerrar bonito el año, tuve la oportunidad de hacer un retrato en tela, que además formara parte de un cojín decorativo. Es una graaan responsabilidad hacer un retrato, ya que es bien importante que el retratado se reconozca, aunque sea de una forma simple y abstracta. Pero justo ese reto de reinterpretación hace que la cosa se ponga interesante. ¡Y bueno! Para agregarle más emoción, había que agregarles unas monas pantuflas en forma de rana que salieran de la pieza. Toda una escena formada por fieltro, telas de tapicería y bordado. <3
Qué fortuna que estos proyectos formen parte de mi trabajo. ¡Qué afortunado este 2014!