Amo que en mi país se celebre de manera tan colorida y rica algo que podría ser tan lúgubre y obscuro como la muerte. Y es que el Día de Muertos es una tradición tan antigua y tan bonita que ha dado pie a grandes propuestas artisticas que nos representan en todo el mundo. Calaveras, catrinas, papel picado, artesanías, ofrendas y hasta versos. La muerte asusta pero también inspira y me encanta que seamos capaces de transformarlo en algo tan bello.